Frecuentemente, a los abogados se les denomina "picapleitos" empecinados. Pero nuestra estrategia consiste en evitar juicios y ofrecer un asesoramiento previsor, para poder evitarles a nuestros clientes el tener que recurrir a los tribunales.
Solemos recomendar en lugar de sólo reaccionar, es decir, actuamos. Para ello, es necesario un pensamiento creativo y flexible, porque no siempre la primera salida es la mejor. En muchas ocasiones, la solución correcta no se encuentra hasta contemplar el problema en todas sus vertientes. Tenemos el valor de tomar también las vías incómodas - cuando sea preciso. Porque incluso los casos que parezcan no tener salida pueden encauzarse y resolverse a favor de nuestros clientes. Esto es algo que nos estimula.